Luna, al recibir la llamada del secretario de David y enterarse de que él realmente quería darme toda su fortuna, no pudo evitar correr hacia allí de inmediato. Ella había vuelto al país y quería estar con David en parte porque en verdad lo quería, pero lo que más quería era el dinero. Por eso, no podía permitir que David se quedara sin nada. Además, sabía que ya no quedaba nada de amor entre ella y David.
No podía perder por nada del mundo a la persona, y tampoco podía perder el dinero.
Sin que David dijera nada, Luna corrió hacia él a toda prisa y le agarró el brazo.
—David, sobre el secuestro… ¡La principal responsable fue mi hermana! Ella se unió a Rashid y organizaron todo. Querían hacerme daño.
—Mi hermana sabía que, por el cariño que David me tenía, seguro cumplirías con los secuestradores y me cambiarías por ella.
—Así, podría crear la falsa ilusión de que casi la matan, hacer que David se sintiera culpable y le diera toda la herencia.
—Incluso… ¡incluso también podr