POV : Danika
Respiraba con dificultad. El aire no me entraba bien en los pulmones, como si algo invisible me apretara el pecho. Sentía el corazón desbocado, el temblor en las manos, y las piernas débiles como si fueran de papel mojado.
Olimpia, que seguía a mi lado, me regaló una mirada que dolía más que cualquier palabra. Era una mezcla de resignación y tristeza. Como si quisiera abrazarme, pero supiera que ya nada podía salvarme del dolor que me estaba ahogando.
Las secretarias a mi alrededor no dejaban de murmurar. Los susurros se mezclaban con risas contenidas, con miradas furtivas , hacia ellos.
—Ella sí es una mujer para el señor Foster —escuché.
—Alta, elegante, fina… de familia poderosa.
Dijeron, bajando la voz, pero no lo suficiente.
Como pude pensar que el se quedaría con una pobre huérfana sin apellido, sin fortuna, sin nadie que me respaldara. A la que solo le quedaba el recuerdo de un contrato firmado con lágrimas.
Mi cuerpo temblaba, pero no me moví.
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