POV: Danika Klein
Sentía cómo el corazón me galopaba con fuerza. Mi respiración era errática, descontrolada, como si me estuviera ahogando por dentro. Tenía miedo. Mucho. Más del que alguna vez sentí con Jamez. Esto… esto era diferente. Este miedo venía desde otro lugar, uno más profundo, más oscuro.
No sabía qué carajos hacía ese hombre ahí. ¿Quién era? ¿Qué quería? ¿Desde cuándo estaba escondido? Mi primer pensamiento fue que era un ladrón… pero sus ojos… esos malditos ojos me decían lo contrario.
Me miraban como si quisiera comerme viva. Como si odiara cada parte de mí y, al mismo tiempo, quisiera poseerla toda.
Sus ojos eran dos llamas encendidas. Dos fuegos salvajes llenos de rabia y deseo torcido.
Me levanté de la cama de inmediato, alejándome al lado contrario, temblando. Corrí hacia la puerta, rogando que estuviera abierta. Tenía que salir de ahí. Tenía que escapar. Pero justo cuando toqué la perilla, sentí un jalón brutal en el cabello que me hizo gritar del dolor.
—¡Suéltame