Rosy se acercó con su bolso para admirar la pulsera en mano de Cori
-Es una hermosa pulsera… ¿Es de oro verdad? Mi piel es tan delicada que no puedo colocarme cosas que…-. Cori levantó las cejas.
-Descuida es de oro…te conozco bien-.
-Gracias hijo mío, tú sí que eres familia, no como la miserable de Madelin…hasta el día de hoy nada que se manifiesta con algún detalle o presente…es tan mala hija…Pero no pensaré en cosas desagradables, y ahora iré a la cocina para echar un ojo…ustedes dense mucho amor-.
Rosy se excusaba con Calvin, se sentía algo cansada, se daría un baño y cambiaria, un paseo al aire libre era ideal para reanimarse.
-Recuerda que esta noche iremos a cenar…regresa temprano-.
-Iré a la iglesia, no demoro-. Se marchó del comedor.
-Esta chica no está del todo bien de la cabeza, dice que siente cosas, ve otras, es muy misteriosa-.
-Son nervios, el día de nuestra boda, tuvimos que pasar un bochornoso momento-.
-Después que Úrsula se quitara la vida, ha estado algo nerviosa,