Las cortinas eran abiertas de par en par, lo que permitía que la luz ingresara en el salón, la tía Misha recibía los invitados, el señor Leroy y su esposa daban las gracias a la familia por su invitación.
-Es un gusto conocerle personalmente, yo soy una fan de sus novelas, las tengo todas… “Un amor para siempre” fue su primera novela, como olvidarla, un final inesperado -. Misha se sentía fascinada. La efusividad era notoria.
La madre de Leonard llegaba al comedor.
-Es un gusto tenerle en casa señor Leroy, soy la madre de Leonard-.
-Es un placer conocerla, aprovechamos para invitarles a nuestra casa, será un gusto-.
-Muchas gracias señor Leroy, es usted muy amble-.
El señor Greco llegaba a tiempo para unirse a los invitados.
-Les he preparado varios platillos, se saborearán, estoy segura que les encantarán, estoy dispuesta a compartir recetas ¿qué le parece, señora Moss? -.
-Perfecto, tengo varias que le llamarán la atención-.
Leonard tomaba el equipaje y lo llevaba a la habitación.
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