Capítulo 15. O tal vez sí
—¿Tienes algo que contarme, de nuevo?—demandó, llevando sus manos a su cintura. Me miró interrogante, me arrebató de nuevo la bolsa con más pruebas y las contó. —hay cuatro pruebas aquí.
Estaba desconcertada, no podía creer que la chica hubiera sido capaz de aquello por una inofensiva náusea y un poco de vómito, tampoco entendía porqué lo había hecho si yo no la conocía y mi vida no le importaba, pero más que eso, estaba preocupada por la cara que mi mejor amiga tenía en este momento.
—¿Y?.
—No lo sé… quizá se confundió de bolsa con otra clienta y…
—Trae la factura con tu nombre y más abajo viene la revista, claro que no se equivocó. —mostró la revista y la famosa factura. —repetiré la pregunta una vez más. —¿Hay algo que deba saber?.
—No…
—Bueno, sí. —terminó mi frase, esperando mi respuesta con impaciencia. —habla, White.
No podía huir de ella, nadie me conocía mejor.
Tomé una bocanada de aire por la boca y me dispuse a contarle lo más breve posible, mi aventura de esta mañana, sin