Capítulo 73. Amenazas en las sombras.
Seis meses después.
Las luces de la mañana se filtraban a través de las rendijas de las cortinas que tenían las grandes ventanas de la habitación matrimonial de la lujosa mansión, mientras Carolina se acurrucaba junto a Lisandro en la cama, con la cabeza apoyada en el hombro de él.
—No puedo creer lo perfecto que es todo, a veces tengo la sensación de estar en un sueño —, murmuró Carolina, con sus ojos azules mirando a Lisandro con adoración.
Él sonrió, pasándole los dedos por el pelo oscuro en cascada.
—Pues no mi hermosa, esto es la realidad, tú, yo y nuestros pequeños más unidos y felices que nunca… lo merecíamos después de tantas situaciones difíciles.
—Lo sé… aunque a veces quisiera que Inés también pudiera ser feliz, es una buena chica y se merece lo mejor… sabes lo difícil que es para ella estar lejos de Dante… me parte el alma —dijo con un suspiro Carolina.
—Te prometo que pronto va a estar con nosotros… pero no podemos bajar la guardia, porque no sabemos si los enemigos