Luna
El taxi se detuvo frente a una pequeña casa de fachada verde olivo en las afueras de la ciudad. Luna observó a través de la ventanilla el modesto jardín delantero, donde algunas rosas luchaban por sobrevivir al calor del verano. Pagó al conductor y descendió con una mezcla de determinación y aprensión.
La dirección que había conseguido tras revisar viejas agendas de su madre la había llevado hasta allí, hasta Margarita Fuentes, la que fuera mejor amiga de su madre durante la juventud. Una mujer que, según había descubierto, conocía los secretos más profundos de la familia Santoro y los Luna.
Mientras caminaba por el sendero de piedras irregulares, Luna sintió el peso de su decisión. No había informado a nadie sobre esta visita, ni siquiera a sus hermanos. Algo le decía que lo que estaba a punto de descubrir podría cambiarlo todo.
Tocó el timbre y esperó, ajustándose nerviosamente la chaqueta ligera que llevaba sobre un vestido sencillo. Quería pasar desapercibida, ser solo una mu