—No quiero —Dantalian puso un puchero y se plantó—, no quiero conocer más gente.
Bael boto aire, Dantalian estaba feliz hasta que lo había visto entrar por la puerta.
Para su sorpresa, Haniel que se había quedado a dormir y cuidado de que nadie se llevara a Dantalian, intervino saliendo del baño junto a Jessy, que al parecer le había dado un baño de burbujas.
Sabía que Haniel era un maldito niño de 6 años, pero no le gustaba nada cómo veía a Jessy.
—Podrás enseñarle tus poderes a mi papá —habló Haniel—, y él podrá enseñarte a usar sus poderes de fuego.
—¿Enserio? —Dantalian se acercó a Haniel—, ¿Podrá enseñarme a hacer esa bola gigante de fuego?
Haniel asintió y Dantalian se emocionó, pidiéndole a su mamá que los llevara rápido.
Bael miró de manera asesina a Haniel y este le saco la lengua.
—Esperen abajo un momento —dijo Bael con amabilidad—, voy a hablar con mi querido hermano.
Jessy le dio una mirada de “no le vayas a hacer nada a ese pobre niño” y Dantalian ni lo miró, si