NARRADOR
La hermana de Juliette vestía con elegancia y había escogido unos zapatos bajos que completaban su atuendo para ir a trabajar. Había copiado a su hermana y le había quitado una de sus camisas.
Se maquilló ligeramente, vió su atuendo en el espejo de cuerpo entero y sonrió. Se veía absolutamente hermosa, aunque fuera para ir a trabajar a un lugar que poco le agradaba y junto a un hombre que parecía odiarla.
El día anterior apenas si habían podido hablar porque él parecía no entenderla en absoluto y haber pasado tiempo con él fue agotador.
Nuevamente el socio de su cuñado había ido a recogerla y cuando la vió la evaluó en silencio sin hacer comentarios. Tan solo puso los ojos en blanco y comenzó a caminar en dirección al automóvil.
-Buenos días también- comentó con sarcasmo, pero él no dijo nada- ¿Podemos ir a comprar algunas cosas antes?
-Si piensas que estaré en el centro comercial viendo cómo te pruebas mil cosas ni lo sueñes. Me gusta abrir el negocio puntual- Se quejó