BRAD ULIBARRI
Ver al francés enrojecer hace que este viaje valga la pena. Al parecer Montgomery es capaz de sacar sus garras si lo necesita.
Por más que intento que ella renuncie no encuentro la manera. Se atreve a rechazarme una y otra vez. No sé de que manera llevarla al límite.
Con un nuevo plan en mente para conseguir mi propósito, voy a recepción donde gracias a Dios hay una muchacha que habla mi idioma. Ofreciéndole algunos billetes ella acepta darme información sobre el día que Montgomery abandona el hotel.
Teniendo la fecha en mi poder voy al aeropuerto. Conseguir quien comprenda mi idioma es muy sencillo allí y nuevamente logro saber cuando Montgomery aborda un avión de regreso. Aprovechando que el asiento que está justo a su lado se encuentra vacío de momento, compro un tiquete.
Voy a dejar a Montgomery en paz y a esperar el momento de reencontrarnos en el vuelo. Se que tendremos un viaje interesante porque serán algunas horas en las que esté muy cerca y allí vo