TE QUIERO; para que juegues conmigo
TE QUIERO; para que juegues conmigo
Por: Kay.Arra
1. El hospital

*POV EVA**

Miré los grandes edificios que estaban frente a mi. Me hacían sentir tan pequeña, pero sabía que esa sensación me encantaba.

Mis amigas observan el gran centro psiquiátrico que tenemos frente a nosotras. Todos lo veíamos con gran sorpresa. Fue un largo camino, para llegar aquí.

Mis manos estaban temblando, pero de una increíble euforia que está recorriendo cada parte de mi cuerpo, como si fuera sangre.

Siempre he tenido todo lo que quiero. Lo pienso, lo veo, lo quiero. Pero aprendí después de un accidente, que el dinero no lo era todo, tenía que saber a leer las personas, tenía que aprender a controlarlas, por eso estoy aquí.

Haré mis practicas aquí. Al igual que mis amigas y tres compañeros más. Cada quien tendrá a cargo a dos sujetos de prueba, obviamente cada quien tendrá su supervisor. Pero a mi no me hace falta, sé perfectamente lo que hago, he estudiado esto por años.

He jugado con varias personas para llegar aquí. Y no me arrepiento, voy a ser la diosa que siempre quise ser. Seré cueste lo que cueste, y haré que un loco mate a ese maldito hombre. Yo no tengo porque mancharme las manos. Alguien lo hará por mi. Mi venganza estará completa.

— Estoy demasiado nerviosa, nunca pensé que estaríamos aquí —la brisa era fría. Y la voz cálida de Naomi lo contrarestraba.

— Hagamos nuestro trabajo bien, somos profesionales, hagamos lo que sabemos hacer, todo estará bien, Nam —respondí con franqueza.

Naomi James era una vieja compañera de universidad. Era la única persona que sabía leerme, sabía que no era tan buen como me veía. Aunque aún asi le tenía algunos secretos.

— ¡Bienvenidos al hospital psiquiátrico de Juliette Cambridge! —Un hombre alto salió con los brazos extendidos. Dando una cálida bienvenida.

— Soy el coordinador Cristopher Petrovic. Les haré sentir como en casa, seré su encargado, y seré yo quien firme su excelente cumplimiento al final de estos seis meses —agregó conforme se acercaba.

Destilaba seguridad con cada paso que daba. Era fornido y atractivo sin dudar. Su pelo rubio perfectamente peinado, su uniforme blanco brillaba casi, de lo perfecto que es.

— Podrían seguirme, les estaré comentando las reglas a seguir y llevando a sus dormitorios. Las maletas las tendrán en sus habitaciones, pueden dejarlas aquí —añadió— Vamos, vamos, no tenemos todo el día, chicos.

Miré a Naomi y le sonreí. Todos empezamos a caminar, siguiendo a nuestro nuevo supervisor.

— Este hospital recibe a pacientes con muchos tipos de dificultades, desde personas casi sanas, hasta asesinos despiadados que la cárcel normal no quiere —se ríe— Tenemos diferentes áreas —sigue explicando mientras nos señala los edificios— Por aquí tenemos a pacientes que sufren trastornos adquiridos por la vida, por acá tenemos a los pacientes que son defectuosos de nacimiento. Todos ellos son casi normales. No hay ningún problemas por allí.

Sigue caminando y veo lo increíblemente grande que es todo por dentro.

— Los pacientes que mencioné antes, son pacientes con grado cero a tres. Mientras por acá, tenemos a pacientes que comienzan a ser peligrosos bajo situaciones de estrés u otros sentimientos, grado cuatro a seis. —Cristopher nos mira para comprobar que lo seguimos.

— Por este otro lado tenemos pacientes que vienen por cometer asesinatos involuntarios, son grado siete a nueve. —seguimos caminando y llegamos a un edificio con extrema seguridad.

— ¿Qué m****a? —Dice Jason al ver la seguridad del edificio

— Y aquí tenemos el edificio más peligroso. Nadie entra sin dos gorilas que puedan protegerlos adentro, nadie entra sin autorización, nadie sale sin previa aceptación. Aquí tenemos pacientes con grado diez.

— ¿Qué son? —pregunta Irina, otra compañera.

— Obviamente son personas —bromea nuestro supervisor— Todos son asesinos en serie. Pero esos asesinos que por alguna razón atrae a las mujeres, supongo que los encuentran atractivos de alguna manera. Si alguna de ustedes encuentra atractivo alguno de ellos, debería pensar seriamente en ser un paciente de este hospital —vuelve a bromear.

— Ahora... Recibí órdenes de que ustedes tratarán a un paciente de este edificio y uno de cualquier otro nivel. Les estaré enviando una lista con nombres, el diagnostico que tienen. Ahora mismo pueden irse a aquel edificio, ahí dormirán durante los próximos meses —finaliza— ¡Gusto en conocerlos!

— Espere -habla Naomi— ¿Está diciendo que dormiremos en frente de los asesinos en serie?

— Así es —afirma el supervisor— Nadie debe tener miedo de sus propios pacientes. Porque si ellos logran jugar con sus mentes, deberían plantearse estudiar otra cosa.

Tiene razón.

Nadie dice nada, yo soy la primera en caminar al edificio indicado. Se encuentra a unos quinientos metros de distancia sobre el edificio que está super vigilado.

Cuando entramos, nos indican que habitación es para cada quien. Mi habitación está en el último piso y es la numero 69.

Me despido de Naomi e Irina, y entro en el elevador. Soy la única que le tocó en el último piso. Al salir, pongo mi llave de acceso y entro. Veo mis cosas en la puerta, me siento aliviada de tener una habitación bonita y limpia.

Recorro toda la habitación, veo que tengo un hermosa vista a todo el hospital, el campo.

Hay una lista en la mesa, con muchos nombres, clasificados. Busco la lista de los clasificados con diez. El supervisor fue estricto es decirnos que debíamos tomar a uno.

Y soy una distraída, porque no sólo voy a tomar a uno, también lo voy a domar.

Grado 10

1. Eleazar Di Capelli - 7854

2. Gustavo Piqué - 7534

3. Crew Gómez - 986

4. Gideón James - 6125

5. Cristopher Morán - 123456

6. Eloisa Gómez - 67

7. Elvia Gómez - 67

8. Ella Gómez - 67

9. Basset Henry - 789

10. Michaelis Cross - 0

11. Michael Cross - 0

Los números indican el número de diagnóstico que ha tenido. La lista de enfermedades mentales con el código está en la última hoja.

Había 20 nombres en total. Y sólo había dos personas con un diagnóstico de código cero. Uno de ellos era Michaelis Cross y otro Michael Cross.

Busqué información en Internet, donde al parecer había muy poca. Estaban relacionados con múltiples asesinatos crudos, al parecer son hermanos.

No había fotos donde pudiera ver sus rostros. Pero era obvio que mi alumno tenía que ser alguno de ellos dos

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