POV Eva***
Hoy no venía a platicar. Se había sentado, se dedicó a verme, leerme. Cada movimiento que hacía, lo miraba atentamente. Como si estuviera cazando. Era en toda la palabra un cazador nato. — ¿Hoy te sientes bien? —pregunté en medio de un largo silencio — Pruebame Lo observé directo a los ojos. No estaba aquí para jugar, aunque mis sueños me hayan traicionado. Tengo que confirmar el diagnóstico que se le ha otorgado. — ¿Alguna vez has leído tu expediente? — Yo lo escribí —responde serio — ¿Te describes a ti mismo como acosador? —preguntó siguiendo su juego — Con las cosas interesantes —responde. Su mirada se desvía por primera vez. — He leído que no se ha comprobado que seas un asesino, pero en el expediente lo confirmas... — Si soy un asesino — Entonces creo que terminamos por hoy —dejo el expediente sobre la mesa— ¿Qué medicamento te suministran, sabes? Se queda en silencio. Yo también lo hago. Su mirada se acentúa, como si estuviera confundido con algo. Y después de un rato, solo niega. — ¿Te gusta observarme muy seguido? — Me gusta, si — A mi también, mas cuando tienes los ojos cerrados... Michael Cross es peligroso. Su atractivo atrae a mujeres sin tapujos, es como un imán. Fácilmente pudo ser modelo, vendiendo una imagen de chico malo. Debido a su extenso historial, que aún no termino de leer, sé que es inteligente. Es un arma muy peligrosa, he comprobado ya que si es un asesino serial, pero ahora debo comprobar si es psicópata o sociopata. Lo que me está diciendo, me lleva a pensar que tal vez, aquel ruido de mi puerta... No, es imposible. No puede entrar a ese edificio sin ser visto. — Terminamos por hoy, Michael —respondo — Siempre piensas demasiado —afirma — Me gusta pensar antes de actuar. Te recomiendo lo mismo, puede que así salgas de aquí, algún día. No me espero a que responda, salgo de la habitación. Camino directo al elevador, pero antes de llegar, algo capta mi atención en una mesa que queda frente a la gran vista que tiene este piso. Me acerco a la mesa, veo una lista. La lista que me dieron cuando llegué hace días. La tomó en mis manos, alzo la vista. La vista queda perfecta para espiar en todos los pisos del siguiente edificio. Si tan solo tuviera algo para hacer zoom. Si lo tuviera, podría ver todo, inclusive pudo haber visto cuando tuve relaciones con Jason, o cuando lo hago sola. Los pasos de los agentes de seguridad, me avisan que Michael se encuentra caminando por su piso. — Tengo una excelente vista, casi todas las noches —me dice con esa sonrisa, esa sonrisa ladeada que me indica peligro. Por un momento tengo un pequeño flash back, donde mi vecino me sonríe de la misma forma. Y recuerdo porque estoy aquí, porque debo aprender a manipular a todos. — Supongo que si y es lo único que puedes tener. Vistas —recalco la última palabra. Me llevó mi hoja, sigo mi caminando al elevador. Cuando subo, presionó el botón para el primer piso, sin embargo, las puertas se abren en el siguiente piso. Y sin querer veo algo que no tenía que ver. — ¡Oh si! —Gime Naomi mientras Michaelis Cross la embiste sin piedad alguna. Ambos me miran, Naomi se sonroja aún más. Mientras que Michaelis solo me mira como... Presiono el botón, para que la jodida puerta se cierre, pero no funciona. — ¡Puta madre, Naomi! —exclamó molesta— ¡Tanto que hice para que llegarás hasta aquí, para que te lo estés follando! Estoy enojada, en serio. Sabíamos que las mentes delictivas más peligrosas, eran esas personas con cara de ángel y por ello traje a Naomi. Naomi siempre ha sido una excelente estudiante, se había ganado su lugar para estas residencias. Pero sin mi dinero, no hubiera estado en las listas. La puerta se cierra, comienzo a bajar. Sé que los hermanos Cross son guapos, al igual que las hermanas Gómez, pero no estamos aquí para follarnos a los pacientes. He estudiado años, para llegar a este punto. Llego al primer piso, y sigo caminando. En la entrada está vez no estaba mi supervisor, así que sigo hasta el edificio 1, donde se encuentra mi segundo paciente. Debo olvidar lo que vi por ahora. No me importa, solo va a estropear mi trabajo. Y yo nunca pierdo nada, ni por ella lo haré.  Se me permitió salir a caminar por los bellos jardines que hay con mi paciente. Paciente 234 - Jefferson. Sufre un cuadro de ansiedad, pero creo que el diagnóstico está equivocado, no lo había notado hasta hoy. — Me incómoda tu mirada —me dice — Solo me gusta verte —respondo— Es como si pudiera verte desnudo Jefferson se había acostumbrado pronto a mi modo de trabajar. Sabía cómo me estaba ganando su confianza, y eso me comenzaba a agradar. Seguimos caminando, hasta llegar al último edificio de pacientes. El noto la cantidad de agentes que había. Y siguió caminando sin decir nada, pero su postura cambió, lo noté. Una sensación de horror recorrió mi sistema, cuando vi lo que había frente a nosotros. Un guardia. Estaba muerto, no había duda. Un charco de sangre yacía debajo de su gran cuerpo. — Jefferson, acompañame —dijo una enfermera que vio como Jefferson entraba en pánico. Jefferson la siguió. — Eva —me habló Cristopher— Vete a tu dormitorio No dije nada, di media vuelta. Tenía una rara sensación, como la de hace dos días. Un escalofrío recorrió de cuello y sentí miedo. Jason estaba en la entrada del edificio, y me tomó de la espalda. — ¿Estás bien, Eva? —me pregunta Asiento— Solo cansada, iré a dormir. — Te acompaño Jason sube junto a mi, unos momentos después nos encontramos en el último piso. La oscuridad yace en todo el centro, y enciendo las luces. — ¿Te apetece cenar algo? —me pregunta — Claro — Prepararé algo, tu descansa —me dice Camino a ventana que tengo, fijo mi mirada en ese punto. Veo todo oscuro, no podría ver si ahí se encuentra Michael Cross o no. Tras unos segundos, las luces de ese piso se encienden y en la ventana, está el. Michael Cross.