66. LA REUNIÓN CON AMANDA
Amanda me mira, luego a todas las demás, que asienten como yo, queriendo ayudar a nuestra querida amiga. Isis siempre fue muy leal; nos llevaba con ella a todas partes y nos quería como hermanas. Por eso, ahora que tenía problemas, queríamos ayudarla.
—¿Por qué te quedas en silencio, mi Alfa? —preguntó Amanda.
Miré a mi hermano, que se había quedado con la cabeza baja y los labios apretados. Lo conocía muy bien; algo lo estaba preocupando.
—No sé, señora Amanda. Mi lobo, Mat, y yo prometimos que no volveríamos a mentir ni a engañar a nuestra Luna —dijo al fin, con un suspiro.
—¡No lo harán, lo prometo! —se apresuró a decir Amanda—. Yo tampoco quiero que lo hagan. Lo que quiero es, en tu caso, Jacking, que cada vez que sientas a Isis ir a tu encuentro, trates de que te encuentre separado de Mat.
—¿Y eso para qué? —preguntó, sin comprender—. Le prometimos que siempre íbamos a estar unidos delante de ella.
Podía ver que mi hermano no quería decepcionar a su Luna. Pero también