¡Dioses del universo, ruego que nos ofrezcan el permiso de la diosa Get, madre tierra, para que permita que extraigamos toda la energía necesaria para realizar el conjuro de sanación!

El piso de la habitación se abre debajo de nosotros con un gran estruendo, y una potente energía verde sube hasta mí. Me envuelve, tomando gran parte de mi poder, que redirijo a mi Luna.

—¡Ahora, mi Luna, di el conjuro de sanación! —le ordeno.

Mi Luna levanta sus manos al cielo, rogándole a la diosa Nurt, diosa del universo, que la asista junto a Yat, la madre Luna, y Get, la madre tierra, en la devolución de la salud de la diosa Amonet.

Recibe toda la enorme energía que le estoy transmitiendo y la dirige hacia Amonet, que se eleva dentro del círculo de energía verde, negro estrellado y luz plateada.

En ese momento, también le dirijo una fuerte descarga de energía vital. Amonet se convierte en una loba amarilla que brilla, luego aúlla a la madre Yat, que nos asiste, y vuelve a transformarse en