30. ¿CÓMO CONTENTAR A UNA NIÑA MOLESTA?
HORACIO:
Caminábamos rumbo a la plaza del centro de la manada, los cuatro satisfechos de haber logrado nuestra misión de rescatar a Paul. No solo eso, trajimos con nosotros a sus padres para que Teka-her y su esposo, el doctor Aha, curaran a la Luna del Alfa Haydar. La Gran Bruja nos explicó que solo habían estado demasiado tiempo alejados de las tradiciones de los lobos.
— Haber viajado dieciocho años hacia atrás me parece que es obra de nuestra madre Luna —dice pensativo Amet.
— ¿Por qué dices eso, Amet? ¿De verdad piensas que la Madre Luna nos arrebató a nuestras mitades y cachorros como castigo? —pregunta Bennu.
— No, Bennu —interviene el Alfa Jacking—. Es como si necesitáramos arreglar muchas cosas mal hechas antes de avanzar. Cosas que a lo mejor no debieron ocurrir.
Desembocamos pensativos en la plazoleta, sin percatarnos de la pequeña figurita de una niña que estaba delante de la casa del Alfa y, sin más, me increpó:
— ¡Horacio, eres un mentiroso! —Era el grito de una muy eno