25. EL ATAQUE DEL LOBO ENEMIGO
JACKING:
Pero no obtengo respuesta; busco con la mirada a mi celta y lo encuentro con su mitad, Netfis, en sus brazos, inconsciente, y a su hermano Héctor a su lado. Bennu tiene una mirada de terror; es la primera vez desde que lo conozco que lo veo tan perdido y asustado. Teka y Aha corren a revisarla.
—No te asustes, Bennu, solo está desmayada —le dice Teka, pasándole la mano por la espalda—. Se debe haber golpeado la cabeza.
—¿Qué pasó? —pregunto a las niñas, que todavía no se recuperan del susto y se mantienen abrazadas.
Las niñas apenas reaccionan ante mi pregunta, mirando fijamente a Netfis, tratando de procesar lo que acaba de suceder. Isis es la primera que logra articular palabras; aunque entrecortadas, se adelanta y se detiene frente a mí, muy segura.
—No lo sabemos, mi Alfa, ese lobo apareció de pronto delante de nosotros, amenazante —cuenta, mirándome directamente a los ojos.
Doy un paso hacia atrás al ver sus ojos. Reconozco esa mirada y mi corazón salta de felicidad. N