27. CONTIGO...SOY DIFERENTE
BLAIR
Cerré los ojos hasta con miedo de responder, pero ella insistía e insistía.
Al fin respondí.
—Hermana, ¿qué pas…?
—¡Blair, tienes que ayudarme! —me gritó en pánico.
—Cálmate, Riley, ¿qué sucede?
—¡Salí… de un bar… al taxi… y entonces mis amigos se marcharon… y… cshshhh…!
—¡Riley, Riley! —le grité al teléfono, apartando la cobija y levantándome de la cama.
La oscuridad me envolvía, así que encendí la lamparita.
—¡Blair, estoy corriendo, huyendo! —lloraba, y se escuchaba agitada.
—¡¿De quién, Riley, de quién?!
—¡Los hombres de River me encontraron! —me helé al escuchar ese nombre.
—¡Corre, Riley, escóndete en los basureros o ve a un lugar público de humanos… Riley…! ¡¡Hermana!!
—¡Aaahh! ¡Déjenme en paz, auxilio, auxilio!... ¡Blair, me tienen, me tien…!
Bip, bip, bip…
Me quedé con el móvil agarrado con tanta fuerza que las manos me temblaban incontrolablemente.
Las lágrimas rodaban por mis ojos, el pecho apretado, y dolía tanto que pensé que iba a colapsar.
Me habían colgado y la i