105. ENTRÉGAME TU PODER
RHETT
La vi volverse una niebla oscura a mi lado y yo salté sobre el cuello de ese hombre.
Ella apareció a su espalda con una enorme daga en la mano. Parecía forjada de hierro antiguo y oxidado, pero el filo brillaba peligrosamente.
El grito de agonía se escuchó de ese tipo y un vómito de sangre salió de sus labios.
Ese traje de carne casi se caía a pedazos; me temo que el espíritu del verdadero Alcalde hacía años que estaba muerto.
—¡Esto no se va a quedar así! —gritó y volvió a desaparecer, pero esta vez ascendió por la cúpula y para mi sorpresa había un pequeño agujero en la cima.
Me di cuenta de que lo había abierto durante su pelea conmigo.
Creí que muchos de sus ataques fallaban y solo estaba creando una brecha.
“¡Se va a escapar, Amy!”
—De aquí no se escapa nadie, lobito —Dante subió la cabeza para recibir una caricia en el morro.
Algo cosquilleó en su pelaje y su lengua lamió la suave mano que lo curaba.
Era el olor de Blair, pero más intenso, sus ojos adquirieron profundidad