104. UN SEXY ASESINA
RHETT
Los poderes vampíricos de acecho en la oscuridad me habían mantenido oculto.
Amy deseaba que saliera el verdadero culpable.
Sospechaba que el Alfa Rowan era solo una marioneta.
Cuando descubrí que el Alcalde, en realidad, contenía a ese ser tan peligroso, agradecí mi desconfianza siempre con él.
Mientras dibujaba en este claro el hechizo para retenerlo, mi mente solo estaba en Blair.
Pero tendría que confiar en Amy y no me defraudó, aunque la pelea no iba muy bien de mi lado.
Mi lobo aulló enojado y con un dolor desgarrante que llegaba al hueso de las patas traseras.
Manos negras fantasmales salieron del suelo y rasgaron con uñas afiladas la carne.
Ese tipo se movía a una velocidad increíble, me obligaba a cambiar de vampiro a lobo para salir de sus truquitos de magia.
Pero no lo dejaría llegar hasta Blair, que se había desmayado en el suelo.
De repente, el “Alcalde” saltó sobre el lomo de Dante y su aura sangrienta me golpeó de frente, dejándonos atontados solo un segundo.
Cuan