CAPÍTULO 110 — La hora de la verdad parte I
“tu esposo Alejandro” Ella había leído esas palabras tantas veces que casi podía sentir la tinta temblando bajo sus dedos. Fue incapaz de borrar el mensaje que Alejandro le envió. Sabía que tenía que darle una respuesta.
[ Se que tendrás muchas preguntas, pero por favor veámonos recién el lunes en mi oficina]
Se quedó esperando una respuesta que nunca llegó. Agradecida. Estaba segura que el lunes lo vería a primera hora en su oficina.
Había decidido esperar hasta el lunes para tener esa conversación con Alejandro porque Gabriel no se merecía una mentira más, por mínima que fuera. Ya le había ocultado demasiado. y no quería inventar una excusa para ver a Alejandro. El sábado y el domingo se habían convertido en horas eternas. Alejandro había aceptado esperar, pero ella sabía que ninguno de los dos lograría conciliar el sueño. Ella intentó que Gabriel no se percatara de nada.
Alejandro llegó antes del amanecer a las afueras del edificio do