Mundo ficciónIniciar sesiónAlejandro
El sonido de la notificación hizo que saliera disparado de la reunión en la comisaría.
Intrusión detectada. En mi apartamento B10. Un ladrón no activa el código, debe ser alguien que hackeó el sistema.
Entré rápido apuntando con una Glock, lo último que esperé ver fue a mi vecina, Isabela.
Contra todo mi entrenamiento, mis ojos se movieron, captando el detalle de sus curvas, la piel mojada. No pude ignorarlo; era una obra de arte preciosa y vulnerable.
Bajé el arma de inmediato, sintiendo el calor, ruborizarme el cuello.
&m







