-No, vas a molestar mi productividad.
-Puedo ayudarte.
Natalie enarcó una ceja y le miró con gesto sombrío: -No quiero que te metas en los asuntos de mi empresa, y no quiero tener el hábito de depender de ti.
Leonardo se sintió decepcionado y dijo: -A veces no quiero que seas tan capaz, basta con que vayas de compras y de viaje como otras mujeres, sin preocuparte de nada.
En algún momento Natalie sí quería vivir así, pero la realidad le dio una bofetada en la cara y la dejó completamente sobria.
Sonrió ella: -Me encanta mi vida actual.
Leonardo la soltó, -Vete a trabajar, te recojo esta noche.
-Bien.
Natalie salió del coche y Leonardo ordenó al chófer que se dirigiera al Grupo Ramos después de verla entrar en MY.
Era casi mediodía y Ruyman llamó a la puerta y entró.
-Señorita López, una mujer que se llama Pilar quiere verla.
Natalie se sorprendió. ¿Qué hacía Pilar aquí?
Frunció el ceño: -Dile que no estoy disponible.
No le interesaba saber lo que Pilar quería decirle.
-Bien.
Era lunes,