Pensando un momento, le dijo al chófer: -Señor, llévame a la Cafetería Orilla.
A las siete de la tarde Pilar llegó a la cafetería, pidió un café, se sentó junto a la ventana y comenzó a observar si había gente sospechosa a su alrededor, pero no encontró ninguna.
A las ocho en punto, el número de teléfono volvió a sonar.
Casi sin dudarlo, contestó: -¿Dónde estás?
-Ve a la cajera, te dará algo.
Pilar estalló en cólera y apretó los dientes, -¿Me invitaste a salir, pero no te atreves a aparecer?
-Cuando llegue el momento, nos veremos.
-Tú...
Antes de que pudiera terminar la frase, oyó un tono de ocupado y Pilar se enfadó tanto que estuvo a punto de romper el teléfono.
Se calmó y se levantó para dirigirse al cajero.
Cinco minutos después, Pilar leyó la nota que le había dado la cajera, se sintió ridícula y envió un mensaje de texto al número.
[¿Me tomas por tonta? Que vaya a decirle a Natalie que no están divorciados, no sólo no puede separarlos, sino que su relación será más estrecha]
Desp