Circe Ezio siempre soñó con ser actriz, una estrella que se diera a conocer por su talento y belleza, pero su madre, a pesar de saber que su hija tenía tal sueño, consideró aquello un tanto banal.
Una actriz podía tener prestigio, pero ser la esposa de un hombre adinerado y con poder, eso era algo definitivamente digno de alabar.
A Circe, a quien le gustaba ser el centro de atención, no le agradaba tanto ser admirada solo por pocos, pero cuando sabía que debía lucirse, ella podía llegar a ser terriblemente convincente.
Tanto así que cuando escuchó cómo el anciano de la familia Nikolái buscaba una manera de librar a Selene de todo lo que deseaban, inició a actuar de manera tan desconsolada que la pequeña enfermera que había llegado hacía un momento, parecía haberse sentido tan mal, pues con su expresión parecía preguntarse:
¿Quién podría ser la causante de tanto mal hacia la pobre chica? Circe, sin duda, sabía ganarse el corazón de los demás, ya sea por pena o por amor, la mujer era te