Capítulo 83.
Lina.
Logré bloquearlo, enterrando mi pie en su tobillo, pero el golpe en la espalda me desconcentró. Atila lanzó un gañido que me perforó los oídos, y sentí su dolor como si fuera mío nuevamente. Cada golpe que recibía resonaba en Atila, y su sufrimiento me desgarraba el alma.
Lancé una serie de patadas, evadiendo cada golpe. Pero eran dos, igual de veloces, y cuando uno me atacaba por la espalda, el otro lo hacía por uno de mis laterales. El golpe en la cara me dolió más al oír su gruñido y ladrido de dolor instantáneamente. Mi corazón se apretó cuando el golpe en el estómago me dobló y recibí dos más en la espalda. Su aullido me nubló la vista, y la desesperación se apoderó de mí. No podía permitir que siguiera sufriendo.
Menos al ver que el mismo Barrett se dedicaba a castigarla por mi mal desempeño.
—Es tu culpa. —me gritó el maldit0 a quien me iba a encargar de cortarle las manos personalmente. —Tú se lo haces.
Me recuperé más rápido que la vez anterior.
Bloqueé con mis brazos