Entre el amor y el odio (1era. Parte)
El mismo día
New York
Claire
Lo oculto tiene su encanto… pero pronto se vuelve una soga. Te aprieta, te quita aire, te roba la libertad. Y cuando alguien pretende aprovecharse de ese silencio como Gabriel Moreau, todo se vuelve insoportable.
Mi relación con Alexander estaba justo ahí: en ese borde caótico donde seguir escondiéndonos ya no era protección, sino un daño lento. Él estaba cansado de las sombras, y yo… yo todavía no me sentía lista para enfrentar a nuestras familias.
Pero era tomar su mano o perderlo. No había punto medio.
Respiré hondo, sintiendo el peso del momento, y dejé que mi voz flotara entre nosotros.
—Sí, amor… seamos espontáneos. —Tragué—. Pero… esperemos unos minutos a que termine el desfile.
Alexander rozó mi cintura con ambas manos.
—Puedo esperar un poco más —murmuró, inclinándose apenas—. Aunque reconozco que sería interesante dar el anuncio delante de todos los invitados. —Lo dijo medio en broma, medio en serio.
—¡Alexander! —protesté, empujándolo suavemente