Aún duele volver (1era. Parte)
El mismo día
Washington
Claire
No estaba preparada para marcharme a lejos, pero tampoco para enfrentar a Alexander por mi partida. Y ahí él estaba delante de mí clamando que desmintiera ese rumor de mi ascenso, como si necesitara anclarse a algo para mantenerse a flote.
No lo hice; menos podía ceder a su pedido de quedarme, hubiese sido condenarnos a sufrir, a caer en la tentación de ser suya de nuevo. Y eso no podía volver a suceder, porque lo terminaría odiando, odiándome. Sería una herida imposible de cerrar.
Y eso no lo quería por nada del mundo. Prefería recordar el amor tan puro que nos teníamos cuando el peso del pasado de nuestros padres no nos seguía.
No había consuelo, sino un sacrificio para dejar de atormentarnos, para dejar de lastimarnos. Y a la vez era un castigo. Pero era una salida provisional o eso necesitaba creer. Porque no quería renunciar al hombre que amaba.
Fue doloroso rechazarlo, echarlo de mi lado, cuando todo mi ser gritaba corresponderle los besos, los abr