De pronto, Alejandro soltó una frase inesperada.
Ricardo se quedó perplejo.
—¿No se supone que son los hombres los que prefieren a las mujeres jóvenes? —dijo mientras se rascaba la cabeza.
—Por ejemplo, tú.
Vanessa era recién graduada, muy joven.
Y aunque María era un poco mayor, tenía una cara que parecía de una mujer recién graduada de la universidad.
Así que estaba claro: a Alejandro le gustaban las jóvenes.
En realidad, a Ricardo también le gustaban. Esa piel tersa y blanca, esa timidez inocente… Cualquier hombre querría abrazarlas y besarlas todo el día.
Alejandro giró la cabeza y le lanzó una mirada asesina. Ricardo se quedó mudo del susto.
—E-en fin… ¿qué mujer va a preferir a un hombre joven?
Alejandro recordó aquella vez en que fue al cine con María y se cruzaron con Luciana, que iba acompañada de un muchacho joven.
Desde que se divorciaron, Luciana había estado rodeada de hombres.
Ahora, él empezaba a creer que lo de Vanessa solo había sido una excusa. Tal vez Luciana ya te