¿Qué hacía con toda la información que estaba llegando a mis oídos de una sola vez?
Ella tenía una familia que la había estado buscando y le podía entregar todo lo que necesitaba, ya no era un espalda mojada como tantas veces me burlé, era la sobrina de uno de los hombres más ricos de Irlanda y una heredera y yo… yo era un don nadie.
Sentía que cada palabra que decía el señor O’Connor era una espina que se clavaba en mi corazón. Yo no tenía nada que ofrecerles a ellas, solo el inmenso amor que sentía y nuestra relación es tanto o más inestable que un castillo de naipes.
—¿Jefe, explíqueme eso de que ese mal nacido está cerca de nosotros? — pregunté molesto, recién estábamos saliendo de la loca de Tabatha y su novio y ahora, aparecía ese desgraciado que le cagó la vida a mi muñequita y a su mamá.
—Ya sabes que tenemos gente en Texas y después de las averiguaciones de los chicos dejamos un punto fijo, hace una semana Darlan y su gente ingresó al país con un cargamento de drogas, lo esta