- Han pasado cinco años y sigo sin entender ni una sola palabra de lo que dices – chasqueó con la lengua
- ¡Sé bien que viniste por él!
Lily se reía al ver la ira en los ojos de Samantha
- ¿Le paso algo, señorita Loren? No se ve bien
Samantha le agarro del pelo.
- No eres más que humo Samantha – se burló – no podrías hacer nada sin toda esta gente
- Y tú no eres más que una mosca en mis manos
- No te entusiasmes tanto, vine a recuperar lo que es mío
- No te saldrás con la tuya
- ¿Y si ya lo hice? – levanto una ceja, sugerente
Samantha temblaba de rabia
“¿Cómo es que aún está de humor para reír?”
- ¿Qué se siente ser una impostora?
- ¿Una campesina se atreve a hablarme de esa manera? – espetó y el guardia cubrió la boca de Lily
Aunque Lilian la enfrentaba, la verdad es que se estaba esforzando de más otra vez, no sabía cuanto más iba a aguantar antes de que su cuerpo se quedara sin energías.
Lily le hizo una seña para que la dejaran hablar.
El guardia aflojó la presión sobre su boca