Ambos olvidaron la cena y se saltaron el desayuno mientras Lily salía del hospital.
- Subiremos en el segundo – Pietro la guío delante de una fila de autos – es por protocolo
- ¿No es obvio que nunca vas en el último ni el primero?
- Necesito ojos al frente y alguien que me cuide la espalda, no intento mezclarme – le explicó.
- Oh… con que es así
Pietro le abrió la puerta del asiento trasero y espero a que ella subiera bajo la miraba atónita de todos sus guardias.
- Señor Vermont, ¿Iremos a la of… of…? – El chofer se atragantó cuando miro por el espejo retrovisor.
Creyó que su jefe solo se detendría en el hospital un momento y volvería a la oficina.
- …
- Vamos al departamento del Señor Vermont – el secretario Han se acomodó en el asiento del copiloto.
- Por… Por supuesto
- Pietro – Lily hablo por lo bajo y el conductor pisó los frenos de repente.
“¿Lo llamo por su nombre?”
Intentó ojear lo que sucedía en asiento trasero, pero se encontró con la mirada asesina de Pietro.
Sabía que a