Habían pasado diez años desde que había perdido a su amado, el cual se marchó sin darle una explicación y Sapphire Winters había decidido que esperaría por este, pero al ver que no iba a regresar y que, si lo hacía, las cosas no serían igual que antes, decidió tirar la toalla y rendirse para enfocarse en sus metas y en su nuevo trabajo, solo que no esperaba que uno de sus jefes terminaría siendo la misma persona por la cual había decidido rendirse. Samuel Callahan había abandonado hace diez años la ciudad que lo vio nacer para sanar y porque estado cansado de ser el malo de la historia, pero había vuelto y la única razón había sido por una generosa oferta de trabajo. Pensó las cosas marcharían perfectamente y que con esto lograría olvidar su antigua vida, pero al ver que iba a trabajar con la chica que había dejado atrás, la situación se agravó. Ambos tenían las mismas opciones; ignorar todo lo sucedido en el pasado y tratar de olvidar el mismo o volver a caer en la tentación y recuperar lo que dejaron pendiente hace diez años. Solo podían escoger una opción y parecía que la segunda era la que más les atraía. ---------LIBRO COMPLETO--------- SERIE: EEA 1. Amor Por Contrato 2. A Tu Lado 3. Al Fin Enamorada 4. La Chica Que Amas 4.5. Nuestro Pequeño Secreto (ASF1) 5. Debajo De Mi Piel (LGBT) 6. Dulce Loco Amor (ASF2) 7. Siempre Fuiste Tu (ASF3)
Ler maisPara leer esta historia, favor pasar por Nuestro Pequeño Secreto (Encontrando El Amor Libro #4.5) y luego por Dulce Loco Amor (Encontrando El Amor Libro #6)
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*—Sapphire:
Si hubiese pensado que, por dejarse llevar por el placer, terminaría con el corazón roto y con una gran pérdida, quizás no hubiese dejado que aquel chico de ojos claros la tocase en primer lugar. Si tan solo lo hubiera sabido… Se hubiera negado a unirse a aquel viaje en donde conoció a dicho chico o mejor aún, quizás no debió de volver a Los Ángeles y ninguna de sus desgracias hubieran sucedido.
Sapphire Winters pensó en ese chico, ese que le había roto el corazón una vez más y como tonta seguía todavía sintiendo sentimientos por este. Lo amaba. Si, lo hacía. Mucho, incluso a pesar de que este la dejó varada en el camino sin ninguna explicación, lo amaba. Pero a veces, como en aquel momento, se arrepentía de todo lo que sucedió en el pasado.
Entró en la estancia donde había vivido con Samuel Callahan antes de perder a su bebé. Ya el lugar no era como antes. No había muebles y estaba como si estuviera a punto de ser alquilado. Paseó la mirada mientras se adentraba al piso. Charlie estaba con ella. Después de informarle que Samuel se había ido de la ciudad sin despedirse de ella, le había dicho que tenía que llevarla a un lugar en específico, pero Sapphire nunca pensó que sería su apartamento.
Aspiró el aire, pero no olía a más que detergentes, ya el olor de la colonia de Samuel no flotaba en el lugar. Se mordió el labio inferior mientras trataba de aguantar el llanto. Había estado esperando a que su padre la dejara libre para encontrarse con su amado al fin, pero este ya no estaba en la ciudad. Se había ido a otro lugar para continuar su vida, sin ella.
Sapphire bajó la mirada. ¿Por qué? ¿Por qué la había dejado así sin más? ¿Por qué no le dio alguna explicación? Hubiese entendido si él no deseaba estar más junto a ella después de todo lo sucedido. Quizás Samuel murmuró aquellas palabras de amor solo para tranquilizarla, quizás nunca quiso al bebé o estar con ella. No lo sabía. Quería respuestas, pero las personas de la cual podría conseguirlas se negaban a decir una palabra.
Sintió una lagrima salir de su ojo izquierdo y rápidamente la limpió.
Se sentía tan triste y sola. Era tan duro respirar. No sabía que Samuel se había vuelto tan importante para ella. Había pensado que lo que sucedió en el viaje sólo había sido algo pasajero, pero aquello fue todo el comienzo de su triste historia. Se cubrió el vientre plano con las manos y suspiró de tristeza.
Caminó por el apartamento medio vacío que estaba visitando aquel día y se detuvo frente a una puerta cerrada. Extendió una mano hacia el pomo, el cual giró y abrió, empujó la puerta y entró en la oscura e insípida habitación. La poca luz que entraba era por las ventanas de cristales sin cortinas. Aquí tampoco había muebles. Era obvio que el apartamento sería puesto en alquiler o venta. Le gustaba el lugar, se había imaginado una vida hogareña en este. A pesar de que el dueño era un hombre, el lugar era muy acogedor.
—Sapphire…—escuchó que llamaban su nombre y cuando se giró vio a Harry en la puerta. Este le sonrió con una sonrisa triste. Para Harry debía de ser muy triste también, había perdido a su mejor amigo.
—Harry…
—Samuel ha dejado algo para ti—dijo Harry entrando a la antigua habitación que había compartido con Samuel.
Sapphire lo miró confundida. Así que era cierto que Samuel había dejado algo pasa ella. Miró hacia Charlie quien había entrado también en la habitación. Si, esa era la razón por la que estaban allí. Se preguntó qué era lo que había dejado su amado para ella. No había nada en la habitación. Miró hacia Harry. ¿Acaso era una carta?
Se llevó una mano al pecho donde tenía una cadena con el anillo con el que Samuel le había pedido matrimonio. Si era una carta, Sapphire la atesoraría por siempre como cada uno de los artículos que Samuel le había dejado. Miró hacia donde había estado la cama de Samuel y donde habían compartido mágicos momentos. Sapphire cerró los ojos mientras trataba de evocarlos. Eran tan hermosos, había sentido calor a su lado, pero ahora todo estaba frío.
¿Dónde estaba Samuel? ¿Por qué no venía y la sacaba de aquel oscuro y frío lugar? Quería estar con él. Quería sentir su calor. Quería… Quería tantas cosas, pero todas las quería a su lado. Samuel tenía que volver, tenía que volver a estar con ella y… Comenzó a llorar mientras recordaba aquellos lindos momentos que pasaron juntos en aquella habitación.
En verdad que no entendía porque se había ido de aquella forma. Entendía que su padre no había querido que se vieran ni que estuvieran juntos, pero si se hubiera despedido, Sapphire no estaría tan dolida. Lo odiaba por esto, pero a su vez lo amaba. Samuel le había dado tantos lindos momentos, a pesar que el chico era un sangrón con otras personas, con ella había sido la cosa más adorable que había conocido en su vida.
¿Por qué? ¿Por qué se había ido?
Abrió los ojos y volvió a preguntarse sobre qué era lo que Samuel le había dejado. Volvió a mirar por la habitación. No había nada allí. No lo entendía. Su vista rápidamente se dirigió al closet del cuarto. ¿Acaso…? Sus pies se movieron y terminó de pie ante el closet. Extendió una mano, pero antes de abrir la puerta de este, se detuvo. Se giró hacia los dos hombres que estaban en la habitación, pero estos estaban de pie al lado de las ventanas sin cortinas de la habitación, guardando silencio. Le estaban dando privacidad.
Volvió la vista hacia el closet una vez más y se armó de valor para abrir la puerta. Cuando lo hizo miró dentro de la estancia. Había un objeto dentro de este. Los ojos de Sapphire se abrieron sorprendidos. Era… Sapphire se mordió el labio inferior, el cual le comenzó a temblar al ver lo que Samuel le había dejado. Extendió las manos para tomar la pequeña caja entre sus manos. Era el regalo que Sapphire le había hecho a Samuel el día de su cumpleaños, los pequeños botines azules de bebé.
Comenzó a llorar en silencio una vez más mientras aferraba la caja contra su pecho. ¿Por qué se la había dejado? No entendía. ¿Acaso le estaba dando esperanza? Se supone que no debería aferrarse y dejarlo ir, pero con esto, Samuel parecía estar dándole esperanzas. Miró la caja transparente con tristeza. Había decidido dejarlo ir, pero ahora…
—Sapphire…
La chica volvió la mirada hacia Harry. ¿Cómo le hubiese gustado que fuese otra persona que estuviese en aquel lugar llamando su nombre? Era una lástima que solo era un deseo que no se cumpliría. Samuel se había ido y dudaba que si alguna vez regresara las cosas fueran como antes. Aunque, no quería aferrarse a la idea de Samuel regresando y ellos volviendo a tomar su relación, pero esto… Miró el regalo. Esto le daba tantas esperanzas.
El chico rubio se acercó a ella.
—Debemos irnos—dijo Harry—Jamie va a venir con los posibles compradores del lugar y…—Harry se mordió el labio inferior—Ya sabes.
Sapphire asintió. Al menos Charlie y Harry le habían dado algo preciado, visitar el antiguo lugar donde Samuel y ella habían estado viviendo, donde habían comenzado a formar su familia antes que las desgracias los arroparan. Era una pena que ya no quedaba nada. Soltó un pesado suspiro y le dio una mirada a la habitación antes de salir con los dos hombres de esta.
Caminaron de regreso a la sala vacía. Sapphire paseo una vez más la mirada por la estancia. Los recuerdos seguían vivos en su mente, era como si todo hubiese pasado ayer cuando habían pasado exactamente tres semanas. Se aferró la caja en sus manos mientras sentía una nueva ola de llanto acercarse.
—¿Qué se supone que debo de hacer?—le preguntó a Charlie, pero la pregunta era más para sí misma. ¿Qué debería hacer ahora que Samuel no estaba a su lado, ahora que había perdido a su bebé, ahora que sus planes y sueños se habían roto?
—Yo…—Charlie hizo una mueca, quizás sin saber contestar la pregunta.
—Solo quiero que alguien me diga que se supone que tengo que hacer—murmuró Sapphire con pesar.
Charlie no respondió y Sapphire miró hacia el balcón. Tendría que vivir con esto. No quería perder la esperanza, pero, ¿Y si se quedaba esperando por siempre? ¿Qué tal si Samuel nunca regresaba? No quería esperar por siempre pero tampoco quería rendirse. Ya se habían rendido antes y su amor tuvo una oportunidad más. ¿Qué tal si faltaba otra y esta era la definitiva? ¿Qué tal si el destino hubiera hecho todo esto porque aún no habían estado preparados para estar juntos? Miró hacia su hermano.
—¿Charlie?—lo llamó Sapphire y este miró hacia ella—¿Tú crees que Samuel volverá?—preguntó Sapphire mirándolo a la cara.
Charlie la miró sorprendido por unos segundos.
—No lo sé—murmuró Charlie desviando la mirada y haciendo una mueca—Quizás vuelva o quizás no lo haga—dijo su hermano y Sapphire bajo la mirada, triste—Pero sé que cuando Samuel esté listo, regresará—terminó diciendo este y Sapphire lo miró esperanzada.
Sapphire sonrió y asintió. Si, quizás cuando Samuel esté listo, regresará. Samuel era un chico muy decidido y desde el comienzo, cuando volvieron a verse después del año desde el viaje, Samuel se había acercado con el propósito de que volvieran a estar juntos porque quería estar con ella y no podía olvidarla. Seguramente hablar con su padre y Kyle lo había cambiado. Quizás lo que sea que su padre y Kyle hablaron con este hizo que Samuel se sintiese aprisionado y al ver una vía de escape, decidió recorrerla sin mirar atrás.
—¿Crees que debería esperarlo?—le preguntó Sapphire a su hermano quería saber que pensaba porque ella estaba decidida a esperarlo, lo amaba y no iba a olvidarlo, quizás iba a superar un poco el dolor sufrido, pero no iba a olvidar el amor que le tenía a Samuel ni la pérdida de su bebé, eran parte de lo que ella era hoy.
—¿Quieres hacerlo?
Una sonrisa se dibujó en sus labios y asintió.
—Quiero hacerlo—le dijo—Lo amo, incluso a pesar de que me dejó sola, para mí, sigue siendo la mejor persona y sé que nunca lo olvidare—murmuró sonriendo—Yo…—Sapphire se mordió el labio inferior—Voy a esperar todo lo que pueda por él, si llega un tiempo en que todo esto ya no me duela y conozca otra persona a la cual amar, entonces solo así dejaré de esperar por él, pero lo haré.
Charlie asintió.
—Si tú quieres hacerlo, entonces no hay problema, Sapphire—murmuró Charlie sonriendo—Lo amas, iban a tener un bebe y sé que todo esto es difícil para ti. No tienes por qué olvidarlo, puedes esperar por él, pero solo espero que esto no te destruya, Sapphire—dijo su hermano.
Sapphire sonrió. No, no iba a perder su esencia, solo había perdido a Samuel que era parte de ella, pero eso no significaba que cambiaría, aunque su vida había cambiado un poco, pero no dejaría que fuera por completo. Esperaría a Samuel todo lo que pudiera, sonreiría y quizás se reiría de sí misma, pero no cambiaría.
—Vámonos, Sapphire—escuchó que Charlie decía después de un momento de silencio.
Si, tenían que irse. El apartamento había sido puesto en venta y ya no tenía nada que buscar en aquel lugar. Samuel no estaba allí y Sapphire debía de regresar a su casa, seguir con sus estudios y con su vida a pesar que hubiese perdido parte de esta al irse Samuel.
—Sí…—susurró y se acercó a Charlie quien extendió una mano hacia ella.
Sapphire tomó la mano de Charlie, la cual era tan cálida. Su hermano le dio una sonrisa y Sapphire se la devolvió. Estaba agradecida de todo el apoyo dado por su hermano mayor. Charlie siempre estuvo allí y sabía que este había tratado desde el inicio de cambiar la percepción de su padre con relación a Samuel, pero Kyle adelantándose a los hechos, fue lo que empeoró más su opinión.
Aún no sabía cómo viviría bajo el mismo techo que su padre o simplemente volver a ver a Kyle. No sabía que había pasado exactamente entre estos y Samuel, pero sí sabía que en parte estos habían sido los culpables de que Samuel se alejara de ella esta vez. Le gustaría irse de casa, pero aún era menor y no tenía ni un ingreso para poder permitirse vivir sola, ahora tendría que vivir con ellos hasta quién sabe cuándo.
Sapphire suspiro de pesar y con los dos hombres, salió del apartamento de Samuel. Le dio una última mirada antes de comenzar a caminar por el pasillo hasta el ascensor. Quizás Dios le tenía otra oportunidad preparada con Samuel, como si la tercera fuera la vencida. La primera vez que habían estado juntos no había funcionado y por lo visto, la segunda tampoco. Quizás, en el futuro volverían a encontrarse y las cosas serían diferentes. Era su más grande deseo por el momento, reencontrarse con Samuel en un futuro y decirle lo mucho que lo amaba a pesar de todo lo sucedido.
Solo esperaba que, si tuviese una oportunidad para encontrarse con él, si sucedía, no iba a dejar que se alejara de ella otra vez o quizás, si se encontraba con él y ya no era el mismo Samuel de antes, tal vez se rendiría y se olvidaría de este. No sabía que le tenía deparado el destino, pero mientras tanto, Sapphire iba a seguir pensando en Samuel.
No iba a perder la esperanza.
*—Sapphire: Cinco años después... Una sonrisa surcó en su rostro mientras se inclinaba para recoger un juguete del suelo y miraba hacia su hijo de seis años jugando sobre un tapete colorido. Era fin de semana y Sapphire estaba en casa disfrutando de su hijo luego de pasar la semana trabajando en la firma como asistente de Mikkel, su jefe. Noah asistía al jardín de niños durante la semana y los fines de semana ellos trataban de pasar lo más que podían junto a su pequeño, aunque a veces, el trabajo se interponía, como esos últimos días. Samuel estaba fuera de la ciudad desde el miércoles, estaba en Nueva York resolviendo otra situación en la firma establecida en dicha ciudad. Sapphire no qu
*—Samuel:Una amplia sonrisa comenzó a dibujarse en los labios de Samuel mientras alzaba la vista, mirando por el pasillo blanco decorado con rosas blancas y también algunas teñidas artificialmente de color azul hasta el final de este, donde había una hermosa mujer vestida de blanco.Su sonrisa se ensanchó más al ver al amor de su vida, quien después de esperar tanto tiempo, al fin estaban dando el paso para unir sus vidas por siempre. Mientras su amada comenzaba a caminar por el pasillo tomaba del brazo de su progenitor, Samuel comenzó a recordar cómo empezó todo.Samuel nunca creyó que aquel viaje que iba a ser por pura diversión, en donde se supone que iba a relacionarse con alguna europea solo para disfrutar, terminaría con el corazón roto y enamorado de una pequeña mocosa lejos de ser su tipo de chica. Se rio y sus acompañan
*—Sapphire:Se supone que hoy era un día lleno de felicidad, pues era la boda de Harry y Kylie, pero Sapphire no se sentía muy feliz que digamos. Lo que se supone que serían dos semanas de la estadía de Samuel en Nueva York, se convirtieron en cuatro semanas, un maldito mes desde que se había ido. Samuel le explicó que la situación en la sucursal se había complicado y tuvo que quedarse por más tiempo.Sapphire estaba enfadada por esto, pues había creído que solo serían dos semanas, pero Samuel estaba allá desde hace un mes. Aunque este la llamaba todos los días, incluso hacían video llamada, pero no era lo mismo. Quería a su hombre aquí a su lado y más aquel día tan hermoso. ¿Cómo podía perderse la boda de su mejor amigo? Samuel se había excusado con ella diciendo que aquel día ten
*—Sapphire:Estaba desesperada.Sapphire salió bandeada del jeep de Hayden ni bien este lo estacionó. Tenía que ir en busca de Samuel. Tomó su teléfono para llamar a Astrid mientras caminaba por el aeropuerto hasta el área de espera más cercana deseando que Samuel estuviera allí. El lugar era inmenso y si este no estaba allí tendría que seguir buscando.Escuchó varios timbrazos, pero Astrid no contesto y Sapphire lloriqueo. ¿Por qué tenían que ser las cosas de esta manera? ¿Por qué tuvo que decidirse al último momento que amaba a Samuel y que no podía dejarlo ir? ¡Maldita sea! Se odiaba a si misma ahora, por ser tan indecisa y tonta. ¿Cómo pudo alejar a Samuel cuando este le había demostrado que la amaba y que, para este, ella era la única mujer en su vida? Era una idiota y si Samue
*—Samuel:Todo iba a salir bien.Samuel sonrió mientras comenzaba a sentirse un poco aliviado.Estaba ahora en el aeropuerto a punto de tomar un vuelo a Nueva York, para resolver el problema que sucedía en la sucursal, pero si Dios se lo permitía, estaría de regreso luego de dos semanas para recuperar a su amada.Con relación a la dirección de la sucursal, habían hablado con el señor Thomas sobre Samuel regresando a Nueva York para tomar el puesto, sugiriéndole al mismo colocar a Miranda en dicho lugar. El hombre al principio pareció reacio a dejar que una mujer tomara la batuta de la sucursal, pero después de escuchar a Samuel y a Mikkel, había cedido. Después comentó que estaba muy agradecido con Miranda y que sabía que dejaba la sucursal en buenas manos.Con los nuevos planes, ya a Samuel solo le quedaba resolver el pro
*—Sapphire:Había aceptado la oferta de Johnny y de Hayden y ahora estaba empacando su ropa para mudarse con la pareja. Sapphire miró con tristeza la habitación y soltó un suspiro mientras volvía a mirar por la ventana hacia el cielo que comenzaba a teñirse de naranja. Hace diez años había estado en el mismo lugar, pero en aquel entonces, la habitación había estado vacía mientras que ahora sus muebles estaban allí.Después de que su jefe le comunicara que necesitaba tomarse un tiempo lejos de la empresa para pensar mejor las cosas, Sapphire al final había aceptado mudarse con Hayden, pero no para siempre, simplemente para alejarse del lugar y así poder pensar un poco mejor sobre su situación con Samuel.Por el momento, era la mejor decisión. Estar en aquel lugar no era el adecuado para pensar sobre su relaci&
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