— ¡Ya está listo! — Dijo ella cruzando la puerta — Creo que ahora si nos ha llegado el momento de poner las cartas sobre la mesa con Carlo y Giorgia.
Vittoria lucía mucho más tranquila y protegida, estaba incluso ataviada con un vestido vaporoso y unas sandalias delicadas que la hacían ver fresca y feliz.
— Espero que con el ataque que daremos sea el golpe definitivo para librarnos de ellos.
— Sí, pero debo hacer algo primero…
Francesco se le quedó mirando sin acabar de comprender.
— ¿Qué cosa amor?
— Debo hablar con Gabriele, el hijo de mi nana… creo que le debo eso, ella dio su vida por protegerme, y él me culpa por su muerte, tiene razón, si ella no me hubiera querido ayudar, aún estaría viva…
— Tú no tienes la culpa de nada Vittoria, ella te ayudó porque sabía que era lo correcto, murió defendiendo a quien amaba, no es tu culpa, en todo caso es la de ellos…
— Fue ella… ¡Giorgia fue quien la mató! ¡No puedo dejar que se salga con la suya, ella tiene que pagar!
— Entonces va