Evana se había intentado comunicar con el doctor Padrino, hasta que por fin le respondió la llamada.
–Doctor soy Evana Wellington, la madre de Adrián Wellington.
–Buenas tardes señora Wellington, ¿algún problema con Adrián?
–Sí y no, usted recomendó mantenerlo internado mientras termina la rehabilitación, pero quería preguntarle la posibilidad de trasladarlo a su clínica en Dinamarca.
–Yo no tengo clínica en Dinamarca, estoy en Irlanda, en el hospital pediátrico Queen Mary de Dublín.
–Oh, lo siento mucho, he estado todo el día diciendo que hablaría con usted para que nos recibiera en Dinamarca y lo decía con mucha seguridad.
–Bueno no hay problema, no se preocupe, pero si me interesa saber sus motivos para solicitarme ese traslado. ¿Tuvo algún inconveniente con la rehabilitación de allá? ¿Desea que intervenga?
–En realidad, es un tema personal, la atención aquí ha sido excelente, se lo aseguro, pero ne