Las limosinas de los hermanos Remington llegaron con una coordinación que no admitía errores, enseguida se desplegó el cordón de seguridad para alejar a los periodistas y curiosos que se aglomeraban en la entrada con el fin de captar imágenes de los invitados a la gala.
Mary Ann descendió de la mano de su esposo y se veía radiante en un vestido azul medianoche que resaltaba toda su belleza y elegancia; segundos después Adrián le ofreció su mano a Olivia quien deslumbró a todos con el espectacular traje rojo que había escogido para la ocasión.
Quiso la providencia o tal vez así fue calculado por una mente un poco alterada, que otro automóvil apareciera y del mismo se bajó una mujer que vestía un traje transparente con pedrería en lugares específicos de su escultural figura.
Captó los flashes y ese momento fue aprovechado por los gemelos para ingresar al sitio del evento, Adrián identificó rápidamente de quién se trataba y solo sonrió para sus adentros, ya que por nada del mundo cambiar