Oscar Valentino se estaba cansando de la actitud de Tina, cuando ella, inesperadamente, le pidió ser su acompañante para la gala se entusiasmó, ya él tenía previsto asistir debido a que su familia está involucrada en la organización de esos eventos y su bisabuelo fue el fundador de una de las primeras compañías privadas de comunicaciones.
Sin embargo, ir con ella le pareció una excelente oportunidad de conquista, lamentablemente se dio cuenta, un poco tarde, de que estaba al lado de una mujer caprichosa, malcriada y con muchos deseos de hacer daño, ya que minutos antes le dijo:
–Cuando Adrián vuelva a la pista de baile con la mujercita esa, me llevarás a bailar, nos ubicaremos muy cerca y así podré destruir su vestido, la dejaré desnuda en el medio del salón.
–No haré eso Tina y tú deberías desechar ese pensamiento destructivo, no dice nada bueno de ti.
–Cariño, no necesito que mis pensamientos hablen bien de mí, mi apellido ya dice cosas excelentes