Hades Santoro
Los Angeles California.
Aparco fuera de la bodega donde se mantenían los negocios de Mattheo, salgo del auto y me aseguro de cargar mi arma conmigo. Dos de mis hombres aparcan a unos cuantos metros.
Entró a la bodega donde varios de los hombres de Mattheo me miran y otros asienten en saludo.
—¡Emilia, deja de correr por el amor de dios!—grita una mujer
La mujer de cabello castaño largo, ojos verdes y pecas con una gigante barriga de embarazo trataba de perseguir a quien debía de ser su hija que corría a toda velocidad.
—¿Tu quien eres?—pregunta la niña apenas llega a mi altura
—Debes de saludar—le digo
—Yo te conozco—ladea su cabeza—eres el hombre de la fiesta de hace mucho meses atrás, ¿Donde esta tu amiga?
—¿Te refieres a mi esposa?—pregunto
—Si—sonrie—es bonita
—Lo es
—pequeña tormenta vuelve con tu madre—pide Christopher, el hermano de Mattheo
—no quiero tío Chris—se niega la niña
—Emilia ven aca—ordena la mujer acercándose
—voy mami—sale corriendo hacia ella
Dios qu