Hades Santoro
Embisto el cuerpo de Adara recibiendo un gemido de su parte, sus uñas se clavan en mi empañada arañando la piel, muerdo su barbilla a medida que su sexo se contraia avisando del orgasmo que se volvía a construir.
—Mía, recuerda siempre ello—vuelvo a embestirla hundiéndome en la calidez de su coño
Adara gimió evitando la sonrisa y le doy un beso reclamando su boca, sus gemidos y jadeos se pierden entre nuestras bocas mientras que embestía cada vez más a Adara. En pocos segundos sus piernas empezaron a temblar nuevamente y antes de que su orgasmo explotara me detuve.
—Hades—se queja abrumada
—Calma, amore—beso su cuello
—Es la tercera vez que haces lo mismo, quiero correrme—exige
Asiento mientras espero unos segundos, empiezo nuevamente a embestir su cuerpo y Adara retoma sus gemidos, amarra sus piernas a mis caderas y me hundo aún más en ella. Tiembla cuando rozo su punto G y un gemido aún más alto se escapó de sus labios.
Mi teléfono empieza a vibrar en la mesa de noche