La oficina del Jefe de Cirugía se había transformado en un búnker de comando. Elara estaba de pie frente al pizarrón digital, marcando con rojo los puntos críticos de la Fase II del Protocolo Ícaro: la inserción de la Enzima Sintética C-27. Cassian estaba al teléfono, cerrando los últimos cabos sueltos de la orden de silencio que había impuesto.
El ataque mediático de Thorne había fracasado en inhabilitar a Elara gracias a la rápida y brutal respuesta legal de Cassian. Sin embargo, el costo había sido alto: la Junta de Ética estaba lista para citarla tan pronto como la orden de silencio expirara. La ventana de tiempo se cerraba, obligándolos a actuar con una precisión desquiciada.
Punto de Partida: La Nueva Sincronía
Entre Elara y Cassian, el ambiente era una mezcla volátil de peligro inminente y una pasión apenas contenida. La intensidad del beso en el callejón y la posterior confesión de su mutuo sacrificio habían quemado el resentimiento, dejando solo una complicidad feroz. Se moví