Aunque eso les colocaba un blanco en sus espaldas, así que quizá me equivocaba. Tal vez acababa de decir en voz alta algo que debía mantenerse en secreto.
—¿Y tú qué sabes sobre los poderes de Lila? —preguntó Selene. No sonaba molesta, sino más bien... curiosa.
—Lo mismo que sabe todo el mundo —admití—. Desde que ustedes salieron de su escondite, los rumores recorren todos los territorios.
Selene hizo una mueca leve.
—Sigo bastante desconectada de los territorios y de los chismes entre manadas —confesó con cierta timidez—. Tampoco uso redes sociales, así que discúlpame si no tengo idea de qué rumores hablas.
Tragué saliva. No sabía cómo habíamos llegado a ese punto, y algo dentro de mí advertía que estábamos pisando terreno peligroso.
—Bueno... eh... —balbuceé mientras intentaba ordenar mis ideas—. Que nació con tanto poder que su cuerpo no podía sostenerlo. Que una Vidente, o una bruja, tomó su magia y la selló dentro de la Gema Lunar.
Selene asintió y caminó hacia el sofá para sentar