Irene pidió un té Chai.
Una vez que tuvieron sus bebidas en la mano, fueron a sentarse en una de las cabinas en la parte trasera de la tienda.
Stella aún se negaba a mirar a Irene a pesar de que estaban sentadas una frente a la otra.
—¿Por qué sigues visitando a mi prometido? —preguntó Irene audazmente.
Stella se sorprendió de que preguntara tan abiertamente, y se encontró mirando a Irene brevemente. Era hermosa y no se parecía en nada a Stella; la hizo preguntarse cuál era el tipo de Ethan.
Tal vez él iría por cualquier cara bonita.
—Como dije... fue un error —murmuró Stella, mirando hacia abajo a su botella de agua.
—Ir a la casa equivocada una vez es un error —dijo Irene, levantando las cejas—. ¿Pero dos veces? Por favor no me tomes por tonta. Sé que algo está pasando y me gustaría saber qué es, Stella.
Los ojos de Stella se abrieron mientras miraba hacia arriba.
—¿C... cómo sabes mi nombre? —preguntó Stella; no recordaba haberse presentado a Irene.
Stella sabía el nombre de Irene p