POV de Judy
—¿Y quién te crees que eres? —preguntó Meredith, alzando las cejas al hombre parado detrás de mí.
—Esta es una fiesta privada —intervino Sofía—. No fuiste invitado.
—Esta es una fiesta de la manada y tú no eres de la manada —agregó Meredith, poniendo los ojos en blanco.
—Aunque está guapo. Tal vez debería quedarse —ronroneó Kelsey, pestañeando coquetamente. Mi estómago se retorció y luché contra las ganas de gruñirle.
Sentí una mano cálida en mi hombro, y todo mi cuerpo pareció responder inmediatamente al toque. Me sentí relajándome y liberando un aliento que no sabía que había estado conteniendo.
—¿Estás bien? —me preguntó Gavin. Lo miré y pude ver la preocupación en sus ojos.
Le asentí, a pesar de que mi corazón se sentía pesado en el pecho.
—Oh, por favor —se rió Kelsey—. No me digas que trajiste un gigoló a la parrillada de la manada. Eso es tocar fondo incluso para ti.
—¿En serio tuviste que contratar a alguien para que fuera tu acompañante esta noche? —preguntó Meredi