68. Gran destreza con las armas
Mi cuerpo seguía impregnado de adrenalina. Después de cambiarnos, procedíamos a retirar los elementos de protección del campo de paintball que habíamos rentado. Me acerqué a Alessandro abrazándolo con cariño de hermanos.
—Me divertí mucho, —con una sonrisa revelaba mi alegria.
Asintió con la cabeza y sonrió, aunque sus ojos parecían estar en busca de algo, o quizás de alguien. Observaba detenidamente a Benjamín y Giovanni con su mirada. A pesar de no haber hablado, sus ojos se encontraron en un desafío mudo. Benjamín permanecía imperturbable mientras que Giovanni irradiaba una energía intensa, manteniéndose separados a una distancia segura. Se comunicaban de una manera que solo ellos lograban descifrar. Noah, por otro lado, se acercó con una sonrisa.
—Oye, ¿quieres ir a comer? Nuestro amigo tuvo que irse, y me da cosa desperdiciar esta oportunidad de almorzar con ustedes.
Acepté con alivio la oportunidad de alejarme de la tensión evidente entre los otros dos. Decidimos visitar un aco