—No cuentes conmigo, tendré el día ocupado,
—¿Tan ocupado como para faltar a uno de mis partidos? Ya pues, Daniel, no me jodas, tú sabes que algunas chicas solo vienen cuando tú estás y necesito público.
—No es mi problema, dile a Mark que te haga el numerito ese. Yo estoy bajo candado por casi haber matado al marica de Ethan.
—¿Qué pasó ahora?
Sus ojos se levantaron hacia el cristal y se quedó helado al ver cómo su auto ingresaba y se detenía en la zona del estacionamiento del instituto y de su interior, bajaba un hombre de lentes oscuros y traje formal.
Maldición. Sus padres habían cumplido la amenaza de enviarle a un tipo que se encargue de llevarlo y traerlo del bendito instituto. Y aunque esa misma mañana tuvo que ir al instituto en taxi, no quiso creer que el asunto llegaría hasta tal punto.
Exhaló, empujando un tanto la silla.
—Nada de otro mundo, los veo luego.
—¿Ya te vas?
Caminó rápidamente hacia la zona de estacionamiento, ignorando los gritos de Nick y Rick y se metió en l