Esa noche se quedó dormido muy tranquilo, pensando en que las cosas volverían a la normalidad y que pronto podría tener de nuevo a su hija cenando con ellos en compañía de su novio. Por eso, de ninguna manera se figuró que podía estar sucediéndole a Christina, cuando al abrir la puerta de su casa, la encontró llorando desconsolada. La lógica lo llevó a pensar que esta había tenido algún problema en el trabajo o algo por el estilo, jamás sospecho la información que su hija
iba a proporcionarle. Por un momento, no supo cómo sentirse y la primera reacción que tuvo fue contra ella, gritándole.
-¡¿Por qué no me lo dijiste?!
Christina bajó la cabeza llorando, su complejo de culpa se magnificó.
-Perdóname papá... es que... ella me dijo que si te lo decía se iban a divorciar... Que iba a
hacerte daño saberlo y ahora después de tanto tiempo, está pasando, perdóname por favor - dijo echándose a llorar en el sofá.
-No, Christina, no llores. -Su padre tuvo que dejar la ira a un lado, al percatars