104. Lazos de poder
Nathan apoyó la mano en la espalda baja de Isabella al cruzar el umbral, buscando en su calor una estabilidad ilusoria. Mantuvo la calma, pero su mente ya calculaba cada posible consecuencia del atentado y los movimientos que debía ejecutar a continuación.
Walter salió a su encuentro con esa expresión que dejaba claro que tenía respuestas, pero ninguna agradable.
—La camarera habló —Walter se pasó la mano por el mentón, un gesto que delataba su propia contención—. Amelia le pagó para darle ese bocadillo a Isabella.
La confirmación le heló la sangre y avivó su instinto vengativo.
Isabella se tensó bajo su toque y, sin mediar palabra, giró hacia el despacho de James. Nathan la siguió, consciente del peligro que representaba enfrentar a su padre sin una estrategia.
James levantó la vista de sus documentos, impasible ante la irrupción.
—Probablemente fue un error de esa chica —James agitó su mano, desestimando la situación con indiferencia.
Cualquiera habría mostrado miedo o duda ante Jam