Un trágico accidente arrebata la vida de la esposa de Hunter Lanzoni, a raíz de su partida ella le deja un precioso regalo para que recuerde que no está solo en el mundo. Hunter se hace cargo de su hija recién nacida después del fallecimiento de su esposa, pero no hace un buen papel como padre ya que sin la presencia de Victoria él siente que está perdido, y debido a eso la conexión con la pequeña es nula. Pero todo eso cambia cuando aparece en sus vidas Abril Graham. Esta encantadora niñera de radiante sonrisa llega a su vida para cambiarlo todo, solo que él no está del todo seguro si quiere que las cosas cambien. El detalle es que Abril le demuestra que la vida es hermosa a pesar de las adversidades. Sin embargo a pesar de que ella muestra un lado especial de su personalidad, oculta un secreto que la hace sentir insegura de sí misma, no obstante logra abrir los ojos de su jefe demostrándole que tiene una hija encantadora que necesita mucho amor. Pero a raíz de ese descubrimiento, este CEO también se da cuenta de que Abril es muy valiosa y única, y por primera vez en muchos años su corazón vuelve a latir de amor por una mujer, pero un obstáculo existe entre ellos dos y Hunter tendrá que sanar sus viejas heridas para poder ser feliz una vez más.
Leer másComenzaba a caer algunos copos de nieve esa noche, obligando a Hunter Lanzoni apresurar la salida de casa de sus suegros.
—Vamos amor, se hace tarde —apresura desde la puerta del coche a su esposa Victoria —. Regresaremos mañana, Vic… —sonríe al ver que esta abrazaba a su madre con fuerza.
—Ya lo sé, pero entiende a tu esposa, ando más sensible que antes —le responde la rubia sonriente.
Victoria se da la vuelta mostrando su enorme vientre de 8 meses. La rubia ajusta su abrigo mientras que camina hacia el coche que comparte con su esposo.
—¿Por qué no se quedan esta noche? —dice el padre de Victoria. Su hija mira su esposo y este le pone cara de que no podían.
—Prometo traerla mañana por la tarde —contesta Hunter.
—Hunter tiene una reunión muy importante en la compañía mañana, y será muy temprano, por eso debemos irnos. Si nos quedamos tardaremos mucho en regresar a casa.
—Entonces, quédate tu hija, hace mucho frío para que andes en la calle. Ya está nevando —insiste su madre.
—Estaremos bien, madre.
La rubia sonríe y se despide con la mano, luego se mete en el coche y su esposo hace lo mismo… Hunter saca el coche del estacionamiento y toca la bocina antes de alejarse por completo.
—¿Crees que debí quedarme con mis padres? —Le pregunta su esposa mirando al rubio a su lado.
—¿Y luego como dormiría yo solo en esa cama sin mis amores? —al rubio se le dibuja una sonrisa en los labios mientras posa la mano en el vientre de su esposa.
—Está muy inquieta, ya desea salir y conocernos.
—Y nosotros a ella, no sabes las ganas que tengo de tenerla en mis brazos.
—¡Y yo!, mi mamá le ha comprado un montón de monerías. Mis padres la van a malcriar mucho.
Hunter sonríe, a su bebé no le faltara amor. Sus padres habían muerto en un accidente de tránsito, y siendo hijo único nunca tuvo eso que su esposa si tenía… ¡una familia!, pero ahora que estaba casado con la mujer más bella y cariñosa del mundo y encima en camino venia un bello bebé, se sentía más que satisfecho con la recompensa que recibió.
Haber perdido a sus padres fue duro para él, eran muy unidos, pero ahora con Victoria a su lado y su familia que lo había acogido como uno más de la familia no se quejaba de su vida.
—Me alegra de que la quieran consentir, es su primera nieta.
—Pero no será la única, yo quiero tener más bebés, como unos tres más.
—Victoria, por favor…
—No me digas que no, yo quiero que tengamos una familia numerosa.
—De acuerdo, tendré que sacrificarme…
Hunter se ríe a carcajadas mientras que su esposa golpea su hombro. Pero ella también se ríe. La joven mira por la ventanilla y nota que la nieve caía con más intensidad, pero la vía estaba bastante transitada.
—Sera mejor que se dé prisa señor Lanzoni, porque esta señorita me está obligando a ir al baño.
—Llegaremos en unos minutos, no quiero acelerar tanto, la nieve es muy gruesa.
—Te amo, Hunter… —la joven sonríe al mirar a su esposo —. Cuando llegue nuestro bebé no podrás con las dos.
El CEO sonríe y niega, luego enciende el parabrisas para quitar los escombros de nieve del vidrio, mientras que Victoria enciende la calefacción.
—He pensado en un nombre para nuestra hija, es muy hermoso…
—¿Y cuál será? Quedamos en que lo elegiríamos los dos.
—Lo sé, pero… —ella muerde sus labios —. Me gusta Jewel, es un nombre precioso y para nada común.
—¿Jewel? ¿Segura? Yo estuve pensando en otros…
—Vamos amor, ¿qué tiene de malo? Es precioso, y…
Ella detiene sus palabras al sentir que su hija comenzó a patearla con fuerza, ella sonríe y toca su barriga.
—A ella le gusta…—susurra, su esposo mira de soslayo y ve como la barriga de su esposa se deformaba de una manera algo dolorosa.
—¿Estas bien? —frunce el ceño.
—Si mi amor, estoy… ¡CUIDADOOOOOO!
Victoria grita justo cuando levanta la vista y ve que un coche venia del lado contrario fuera de control.
Hunter regresa la vista al frente tomando el volante con ambas manos, para intentar esquivar el coche fuera de control, gira el suyo propio, pero este impacta la parte trasera con la barda de seguridad y la delantera con el carro que perdió el control.
El automóvil de Hunter patino en la carretera congelada dando algunas vueltas, hasta que se detuvo solo, y sin esperarlo, otro coche lo impacta por la parte de atrás con bastante fuerza.
El rubio medio abre los ojos debido a todos los impactos que recibió, cuando miró a la derecha se fijó que el puesto donde estaba su esposa se encontraba vacío.
—Vic-Victoria…—susurra para luego quedar inconsciente.
[…]
Alonzo y Riana llegaron corriendo a la sala de urgencias cuando fueron llamados por un oficial de tránsito. Los padres de Victoria no podían creer lo que les habían dicho, su hija y su esposo habían tenido un accidente en la vía de regreso a casa.
Pero no sabían el estado de ninguno de los tres, hasta que llegaron al hospital público donde fueron ingresados.
—Por favor, somos los familiares de la pareja que tuvo el accidente en la vía —le preguntan a la recepcionista, pero el hospital estaba a rebosar.
—Nombre de los pacientes, por favor.
—Victoria de Lanzoni y su esposo Hunter.
—Un momento por favor.
La mujer se pone en pie y sale a los minutos con un doctor.
—Buenas noches, soy el doctor que está atendiendo el caso de la señora Lanzoni. Vengan conmigo por favor.
—¿Cómo está mi hija? ¿El bebé? ¿Su esposo? por favor doctor, ¿qué está pasando? —pregunta Riana desesperada.
El doctor los mira seriamente.
—No les voy a mentir, su hija salió expedida del coche de su esposo. El paramédico me informo que ella no utilizaba el cinturón de seguridad.
—¡Dios mio! —dice la mujer abrazando a su esposo.
—¿El bebé…?
—Le practicamos una cesárea de emergencia a su hija, y pudimos salvar al bebé, pero su situación es crítica tenemos a la niña en una incubadora puesto que tiene 8 meses. Estamos haciendo lo posible por salvarla.
—Dios, nooo…
—Sé que es duro, su hija se encuentra en un estado crítico, como médico no puedo asegurarle que sobreviva. Como lo siento, ella presento muchas fracturas y desgarres, a duras penas los paramédicos la trajeron y pudimos extraer al bebé.
Riana se desploma en el suelo junto con su esposo, ambos lamentaban profundamente la situación de su hija. Jamás se imaginaron que algo así les pudiera suceder.
—Lo siento mucho, hacemos todo lo que podemos por ella. Pero, prácticamente llego para que su hija pudiera nacer.
El médico siente verdaderamente el dolor de los padres, era duro perder a un hijo. Suelta el aliento y mira la planilla que tenía en sus manos, era su obligación mostrársela a los padres de la paciente.
—Por dios, ¿Y Hunter? ¿Dónde está Hunter? —la mujer se pone en pie completamente desesperada.
—Cálmese, el señor Lanzoni sufrió heridas en la cabeza, al parecer impacto varias veces con el cristal de las ventanas. Su cinturón de seguridad lo mantuvo pegado del asiento.
—Dios mio, Victoria no usaba cinturón por el embarazo —dice la madre llorando aún más.
—Lamento por lo que están pasando. Por ahora le damos toda la atención posible a la niña, mientras que la madre lucha por salvarse.
La mujer lloraba sin consuelo en el hombro de su esposo.
—El señor Hunter esta inconsciente, lo hemos pasado a una habitación. Cuando deseen pueden ir a verlo, si quieren ver a la niña solo podrá ser a través del cristal. Las siguientes horas serán las decisivas para ellas dos.
Alonzo asiente mientras abraza a su esposa.
El doctor levanta la carpeta y mira al hombre mayor, esté nota que el doctor quería decir algo más, así que lo observa fijamente.
[…]
Hunter intenta abrir los ojos, pero siente los parpados tan pesados que se le dificulta abrirlos. Sin embargo, hace el intento hasta que lo consigue.
Una fuerte luz blanca lo ciega un poco llevándolo a fruncir la mirada, el CEO relame sus labios al sentirlos algo reseco y áspero.
—Está bien, aquí tienes un poco de agua —escucha una voz conocida, y luego su boca es humedecida por el líquido que anhelaba beber —. Despacio, toma despacio.
—Riana… —susurra.
—Shhh… no hables mucho, tienes que descansar.
—No, que… ¿Qué fue lo que paso? —se lleva la mano a la cabeza y siente que la tiene vendada.
—No hagas eso, espera un poco Hunter.
—No, no, Vic… Victoria…
La mujer comienza a soltar lágrimas en silencio e intentaba tranquilizar a su yerno. Él estaba fuera de peligro, pero su estado era un poco delicado; tenía una costilla rota, un fuerte golpe en la cabeza y cientos de hematomas en todo el cuerpo.
—No, cálmate. Alonzo ya viene, no puedes ponerte en pie —le dice limpiando sus lágrimas con el dorso de la mano.
Cuando se despabilo completamente, él observa que su suegra estaba llorando, y por su expresión no era desde ese momento que ella lo estaba haciendo, su cara estaba tan hinchada que se podría decir que llevaba en ese proceso días.
—¿Dónde está Victoria? —pregunta seriamente.
Un mes después Abril volvía a ver el avión de Hunter en la pista, a pesar de haber subido hace un tiempo atrás, nuevamente estaba allí dispuesta a abordar. —¿Qué pasa? ¿Asustada? —susurra Hunter contra su oído. —¿Por qué se te ocurren están cosas tan locas? —Mi hija y mi prometida hacen que piense de esta manera, ¿Qué te digo? —Vamos Abril, rápido, nos dejaran con los peores puestos. Jewel corre al avión pasando a un lado de Alonso, Riana y Jhon. La niña sube al avión perdiéndose en el interior del mismo. —Mi papá debe estar aterrado —dice la castaña. —Se acostumbrara…—Hunter le responde apretando su cintura. —¿De verdad quieres hacer esto? —Ya estamos aquí. Ambos se encaminan hasta el avión subiendo después de sus familiares. Abril le hecha un ojo a su padre quien estaba siendo guiado por Jewel, la niña le mostraba como debía abrocharse el cinturón. El hombre la ve y medio sonríe, pero ella sabía que estaba muy nervioso. Todo eso era nuevo para él. Sin embargo acepto hacer
Sigue manejando con cuidado hasta que ve a alguien caminando bajo aquel aguacero. Acelera el coche para alcanzarla y hacerla entrar el auto. No tenía dudas de que era ella, pero de pronto varios carros salen de nada.Ya que iba a perder el tiempo, aparta la camioneta para bajarse de la misma hasta alcanzarla corriendo. Le iba a resultar más fácil.Abril hace amago de cruzar la calle mientras está sumergida en sus pensamientos sin darse cuenta de que un coche se aproximaba por la misma vía por la que ella cruzaba, y es cuando de la nada ella siente que alguien la sujeta para jalarla hacia atrás, seguido de eso escucha el claxon de un carro que la saca de su ensoñación.—¿Pero qué intentas hacer?—¿Hunter? —ella lo ve como si estuviera viendo a un fantasma.—Abril, ¿Qué haces? —el CEO acuna sus mejillas para verla a esos ojos enrojecidos —¿Por qué te has ido de casa?—¿Qué haces aquí?—¡Ya se toda la verdad! ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no te quedaste a explicarme lo que estaba pasando
La pregunta tan directa de Abril hizo que Riana tambaleara su vaso con jugo. Derramo un poco sobre la alfombra lo que erizo los bellos del cuerpo de Abril. Algo le decía que la respuesta no le iba a gustar.—¿De dónde sacas eso?—Necesito saberlo.—Abril, ¿Por qué nos preguntas eso? ¿A quién se lo has oído hablar?Cada pregunta de ellos la ponía más nerviosa que antes, estaba a punto de vomitar. Así que para agilizar las cosas, empieza a desabotonar su blusa hasta la altura de su cicatriz.—¿Qué haces, niña? —pregunta Alonzo.Ella muestra su marca sin sentir pena, pero eso no le importo tanto como los rostros de esas dos personas que estaban delante de ella. De manera inmediata su corazón se rompió en miles de pedazos.—¿Fue donadora?—¿Cuándo te hicieron esa cirugía?—Hace 8 años, en el mismo hospital donde su hija falleció. Mi donante quedo en anónimo, pero supe que murió por un accidente de coche, como su hija. Ahora, por favor, les pido que me digan que ella no fue donante, que no
Hunter noto que Abril estaba muy extraña esa noche, después de hacer el amor por la mañana ella comenzó a actuar muy extraño para con él. Sentía que lo estaba esquivando y no entendía porque.No creyó haber hecho nada equivocado por la mañana, incluso ella no hizo mención de nada. Lo extraño es que se puso así luego de que hablaran sobre su operación. Pensó que quizás ese tema la ponía sensible.Sin embargo decidió darle espacio, abrumarla no era bueno cuando todo aquello era nuevo para ella. Durante la cena ella hablo muy poco con él, siempre lo hizo con Jewel.—Abril, ¿te quedaras esta noche verdad? —ella levanta la mirada de su plato, mira a Jewel y luego a Hunter.—Creo que no podre hoy, mi padre… yo… tengo que hacer algo con él muy temprano.—¿No vendrás mañana? —fue Hunter quien hizo la pregunta en ese momento.—Yo… bueno —relame sus labios resecos, era mucha presión la que estaba sintiendo —. No creo que pueda mañana —Hunter frunce la mirada.—Pero ¿Por qué no? ¿Qué pasa?Jewel
Con ella en el aire camina hacia la cama y con sumo cuidado se tumban sobre el colchón, Hunter se filtra entres sus muslos sin separarse de sus labios; lentamente desliza sus manos por el costado de su cuerpo provocando que los vellos del cuerpo de Abril se erizaran.Poco a poco el rubio fue deslizando la blusa que llevaba puesta esa mañana, pero al hacerlo Abril lo detiene de inmediato.—Espera… —ella abre los ojos y él la mira fijamente. Noto de inmediato que estaba aterrada.—Confía en mí, está bien Abril —acaricia su mejilla con ternura.Aun con dudas, Abril asiente a duras penas… Hunter volvió a besarla y terminar por sacarle la prenda por la cabeza, al bajar la mirada percibe de inmediato una enorme cicatriz en medio de su pecho.Ella mantenía los ojos cerrados, estaba tan tensa que creyó que no iba a disfrutar el momento. Debía hacer algo para hacerle entender que esa marca no le interesaba. Hunter se quita el saco, la corbata y luego la camisa, seguido de eso besa los labios d
—¿Por qué no?—Yo no soy como otras mujeres, Hunter.—¿A qué te refieres? —Abril muerde sus labios e intenta retener sus lágrimas.—Mi cuerpo es diferente.En ese instante él entiende sobre lo que se estaba refiriendo, baja la mirada ya que percibe que Abril no se sentía segura de sí misma. Sin embargo, a él no le importaba que llevase una marca en su piel, es más, agradecía porque la tuviera, si no nunca hubiese llegado a su vida.Se aproxima a ella para abrazarla por la espalda.—Abril, no me importa que lleves una cicatriz en tu cuerpo. De verdad que eso es en lo que menos pienso.—Eso dices ahora, pero cuando la veas pensaras igual.—Una marca no te define, tu eres hermosa tal cual cómo eres.Las mismas palabras que su padre le dijo, a pesar de no sentirse segura de su cuerpo, cuando estuvo con Hunter aquella noche en la playa se olvidó de su cicatriz y todo lo demás. Sin embargo le daba pavor que él la repudiara al ver su cuerpo.—Pero.—Deja de juzgarte a ti misma, al menos déja
Último capítulo