Abrí la tapa y agarré los dos al mismo tiempo, completamente empapada y asustada, temblando de frío y miedo.
Los coloqué sobre una toalla y los cubrí, sosteniéndolos juntos, tratando de calentarlos. Las lágrimas llenaron mis ojos y la ira se apoderó de mí.
Corrí con los cachorros en mi regazo hacia la puerta. La abrí y Michelle todavía estaba saliendo por la puerta.
Grité desde donde estaba:
- Hablé con la tía Meg. Y por eso recortó la pensión. ¿Y sabes qué? Fue lo mejor que he hecho en mi vida.
- Tú... no te atreverías.
- Llámala y confirma. Incluso me ofreció trabajo en Sweet M. Ahora entiendo por qué no la buscan... Y por qué no le gustas a Noah Collins. Me avergonzaba ser su hija cuando fui a hablar con ellos. Menos mal que heredé el apellido de mi padre, porque no quiero llevar el Miller que viene de ti. ¿Por qué no eres como la tía Meg o la tía Martina? Es la escoria de Miller.
- Voy a deshacerme de estas bolas de pelo . Escribe esto. - Dijo yéndose, furiosa.
Rápidamente entré a