Mauricio corrió como nunca había visto algo así. Tardó unos segundos en llegar a la calle. Júnior estaba bien. Liam en el suelo, sin moverse.
Caminé hacia allí, mis piernas temblaban y mi corazón latía tan fuerte que parecía que iba a tener un ataque. Apenas podía sentir el aire en mis pulmones.
El conductor salió del auto, aterrorizado. Se justificó, pero yo no podía prestar atención a nada. Liam estaba inconsciente. Pero no había sangre. No sabía si eso era bueno o malo.
Mi madre ya estaba allí, en el suelo, tratando de despertar a mi hermano.
- Michelle, no lo muevas. Ya llamé a una ambulancia.
No recuerdo haber visto lágrimas en el rostro de mi madre. Me he preguntado si sabía exactamente qué era el dolor, el sufrimiento o algo así. Pero vi que había amor... Para Liam.
Siempre fue sobreprotegido por ella. Podía hacer lo que quería. E incluso cuando ella trató de negarle algo, él terminó cediendo. Afortunadamente, mi hermano no lo usó a su favor. Sabía exactamente quién era ella. Y